
Las alfombras ofrecen varias ventajas frente a otros tipos de pisos: son más baratas, amortiguan el sonido y son muy confortables al tacto. Sin embargo, tienen la mala fama de acumular suciedad y de ser difíciles de limpiar. ¿Es justificada esta mala fama?
Primero, identifiquemos de dónde viene esa suciedad: el 80 % viene de la calle, en las suelas de los zapatos; el 15 % proviene de la atmósfera; y el 5 % restante es producido por el derrame de productos. Las partículas secas pueden ser aspiradas fácilmente, pero la suciedad húmeda requiere un proceso de lavado más complejo.
Para que la limpieza de las alfombras sea óptima, y no se desgasten innecesariamente en el proceso, es necesario seguir determinados procedimientos y contar con los equipos adecuados para realizarlos.
Existen básicamente dos tipos de limpieza de alfombras:
Mantenimiento preventivo
Consiste en llevar a cabo un proceso de limpieza o mantenimiento diario, lo que mejora la apariencia de la alfombra y la calidad del aire en interiores. Dependiendo del tipo de cerda de la alfombra, varía la limpieza que se va a realizar:
- Para alfombras de cerda corta, es mejor limpiar con aspiradoras mecánicas que tengan cepillos que levanten la cerda y saquen la suciedad del fondo.
- Para las alfombras de cerda larga, se recomienda utilizar solo la aspiración ya que, si se usa un cepillo, se corre el riesgo de enredar las cerdas y romperlas.
Limpieza profunda restaurativa
El proceso restaurativo de una alfombra es necesario cuando no se ha realizado un proceso preventivo. Esto provoca que, con el tiempo, se acumulen grandes cantidades de polvo, lo que genera consecuencias negativas: las cerdas se endurecen, la humedad ambiente ocasiona la creación de hongos y esporas, y se convierten en la vivienda perfecta para los ácaros que provocan alergias.
La principal causa del desgaste de las alfombras es la abrasión por suciedad que se acumula profundamente entre las fibras. La aspiración diaria no llega a la trama de la alfombra para remover las partículas de suciedad. La extracción es uno de los métodos más eficientes para sacar esta suciedad y darles nueva vida a sus alfombras. Para eso existen las máquinas de inyección-extracción o con rotativa y cepillo. Las extractoras MASCH —con sus boquillas para tapizados y para alfombras, manuales y motorizadas— llegan profundo a la trama de la alfombra para quitar la suciedad y la humedad, los que deja las fibras frescas y limpias.
Las extractoras MASCH son fáciles de usar: solo llená el tanque de solución con agua y detergente, y eligí una boquilla para alfombras o tapizados que se ajuste a tus necesidades.
En Maschinen tenemos los equipos adecuados para realizar la limpieza de las alfombras de tu industria o comercio, y toda la experiencia para asesorarte. ¡Contactanos!
Contenido producido originalmente por FastForward Concepts para Maschinen S. A.